Realidad virtual
La realidad virtual se considera un complemento interesante a la terapia convencional ya que permite a la persona interaccionar y entrenar en una simulación del ambiente de la vida real generado a través de un software. Una de las principales ventajas de esta técnica es que le feedback que recibe el niño es aún mayor y ayuda en el diagnóstico, el estudio y el tratamiento de muchas afecciones neurológicas. Los sistemas de realidad virtual permiten la repetición de tareas funcionales dirigidas a objetivos concretos en un entorno controlado, y por otro, permiten facilitar la visualización de la acción en el entorno habitual a través de los gestos del avatar de la representación digital de la persona. No obstante, el aprendizaje debe estar adaptado a las características y necesidades de la persona y debe proporcionar un entorno estandarizado, reproducible y controlado con el fin de minimizar y corregir los errores de ejecución.
Los sistemas de realidad virtual como complemento terapéutico permiten incrementar la permanencia del niño en las sesiones, gracias a lo atractivo de las mismas, así como que el terapeuta regule su intensidad y la dificultad a través de los resultados obtenidos por la monitorización del rendimiento de las actividades propuestas. Se produce una adherencia y motivación de la persona ya que conoce su progreso en la realización de las terapias pudiendo incrementar el nivel de exigencia y, por ende, el incremento de la motivación.
Las nuevas tecnologías buscan solucionar problemas y necesidades individuales y/o colectivas mediante la construcción de sistemas técnicos contribuyendo de forma significativa a la adquisición y el desarrollo de algunas capacidades como, por ejemplo:
- Capacidades cognoscitivas.
- Capacidades que contribuyen a la destreza manual.
- Capacidad e independencia funcional y de relación interpersonal.
- Capacidades de inspección en la vida activa