Maduración del patrón deglutorio desde el recién nacido hasta el adulto

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Maduración del patrón deglutorio desde el recién nacido hasta el adulto

Contenido

Introducción

En este post, hablaremos sobre la maduración del patrón de respiración-deglución, (patrón deglutorio), desde la edad infantil a la edad adulta, y de cómo la coordinación entre ambos procesos vitales garantiza los parámetros de seguridad y eficacia a la hora de alimentarnos.

La coordinación entre la respiración y la deglución, tanto a nivel anatómico como neural, es necesaria para que el material no gaseoso que pasa de la cavidad oral a la faringe no ingrese a las vías respiratorias, sino que pase al esófago y a través de él, de modo que pueda producirse nutrición e hidratación. La respiración debe parar durante la deglución y la coordinación que se produce entre respiración-deglución sigue un patrón específico que fue descrito con claridad por Preiksaitis (1996).

Para evitar que los alimentos accedan a la vía aérea, el cuerpo “retiene la respiración”. Cuando la fase oral señala que la deglución está en marcha, el cuerpo inhala. Durante la exhalación posterior, la porción de comida se dirige hacia la parte posterior de la lengua, la exhalación se detiene y el cuerpo retiene la respiración durante dos segundos.  El alimento luego pasa a la faringe y la respiración se reanuda con una exhalación continua. 2, 3,4

Control neurológico

Debido a la superposición anatómica de las vías para el paso del aire y la nutrición, la coordinación precisa es esencial para que el aire entre y salga de los pulmones (respiración), lo que permite el intercambio de gases (respiración) y la alimentación puede progresar de manera segura al estómago (es decir, sin entrar en la vía aérea).

Las estructuras neuroanatómicas (neuronas) en el tronco encefálico para succionar, respirar y tragar, llamadas generadores de patrones centrales (GPC), también están muy cerca y deben coordinar rápidamente estos procesos. A continuación, exponemos de manera sencilla cómo se lleva a cabo este proceso de coordinación a nivel neurológico.

Un GPC es un grupo de células nerviosas, o neuronas, que se forman como un sistema de circuitos de neuronas sensoriales, motoras y de coordinación (interneuronas). El GPC es capaz de producir patrones motores rápidos y rítmicos sin aporte cortical o sensorial.

Hay GPC bilaterales separados en el tronco encefálico para succionar, respirar y tragar que están interconectados para permitir eventualmente la coordinación de cada función separada, porque muchos de los mismos músculos y nervios sirven para cada propósito. Bianchi y Gestreau describieron el GPC respiratorio como un “conjunto dinámico de neuronas capaces de producir una descarga rítmica que se puede adaptar fácilmente para generar diferentes patrones de respiración y contribuir casi por completo o solo parcialmente a comportamientos no respiratorios como toser, tragar o vomitar”.

Los movimientos de succión, deglución y respiración están presentes en GPC separadas durante el desarrollo fetal; sin embargo, la coordinación de la respiración y la deglución no está conectada a los GPC y requiere información sensorial a través de la experiencia de alimentación para que se desarrollen patrones maduros. Esto parece lógico porque la deglución faríngea en sí misma no es completamente reflexiva, sino que es una respuesta motora modelada a la entrada sensorial, y los GPC deben integrar la entrada sensorial.

Durante el período neonatal, la función de deglución progresa de ser una actividad principalmente reflexiva mediada por el tronco encefálico a una actividad volitiva y decidida que proporciona una entrada sensorial nueva y esta contribuye al desarrollo del GPC. 1, 4

Maduración del patrón respiración-deglución (patrón deglutorio)

En un recién nacido sano, como se ha comentado en el apartado anterior, la experiencia orofaríngea y la estimulación de la alimentación permiten que se desarrolle la coordinación respiratoria a medida que los GPC para respirar y tragar reciben información sensorial.1,4

Los recién nacidos prematuros y los bebés tragan durante todas las fases del ciclo respiratorio. Con la maduración, los bebés en desarrollo típicamente progresan al patrón más comúnmente informado para la coordinación de la respiración y la deglución en bebés sanos, que es inhalar, tragar, exhalar.1

Un hallazgo importante es que la espiración posterior a la deglución es una observación dominante que representa el logro de un nivel de madurez del patrón de succión-deglución-respiración. 4

Para que la exhalación siga a la deglución, debe haber suficiente aire dentro de los pulmones. Por esto, el patrón deglutorio infantil presente al año de edad, en la que se produce una inhalación antes de la deglución, se observa con mayor frecuencia. Quizás este patrón sirve para asegurar que haya suficiente aire en los pulmones al inicio de la deglución para que se siga de una exhalación. 1, 4

En el estudio de adultos sanos, el patrón de respiración y deglución más comúnmente informado es exhalar-tragar-exhalar, seguido de inhalar-tragar-exhalar. 1, 4

En el siguiente apartado, comentamos porque es importante a nivel fisiológico la maduración del patrón infantil al patrón adulto.

Implicaciones o importancia de la coordinación entre procesos

La exhalación posterior a la deglución, como comentamos anteriormente, es una observación dominante que representa el logro de un nivel de madurez del patrón de respiración de succión-deglución. 2, 4

La maduración del patrón infantil al patrón adulto es clave, considerando que se cree que la exhalación después de la deglución es importante para la limpieza de las vías respiratorias porque la presión de aire positiva puede eliminar cualquier residuo no gaseoso posterior a la deglución del vestíbulo laríngeo. Si la inhalación se produce después de la deglución, la posibilidad de aspiración aumentaría porque la caída de presión podría atraer material fluido hacia las vías respiratorias.

Además, esta exhalación, controlada por uno de los centros de deglución del cerebro, impulsa los aromas hacia la nariz y los nervios olfativos, lo cual es crucial para la experiencia del olfato y el gusto. Solo entonces, después de que esto haya pasado, la persona respira nuevamente. 1, 2, 4

La fase final de la deglución es la fase esofágica, donde la alimentación se transporta desde la faringe al estómago a través del esófago. La proximidad de los pulmones, el esófago y el diafragma requiere la consideración del efecto que un sistema puede tener sobre el otro, es decir, el efecto del ciclo respiratorio en el transporte esofágico. Existe una relación inversa entre las presiones pulmonares y esofágicas. Fisiológicamente, a medida que la presión pulmonar se vuelve gradualmente más positiva durante la inspiración, la presión dentro del esófago se vuelve más negativa (subatmosférica).3,4

La inhalación antes de una deglución disminuye la presión en el esófago en preparación para la entrada del bolo cuando el esfínter esofágico superior se abre al final de la fase faríngea. Cuando se produce la exhalación después de una deglución, la presión esofágica aumentará gradualmente durante el tránsito del bolo. Por el contrario, la inhalación posterior a la deglución en el momento del transporte esofágico crea una presión negativa dentro del esófago. La presión negativa aumenta el potencial de interrupción del transporte del bolo y el movimiento ascendente (retrógrado) del bolo.4

En este post, podemos destacar la importancia de la coordinación entre ambos procesos, deglutorio y respiratorio, para que el alimento pase de la boca hacia el estómago de manera eficaz y segura, y cómo el patrón deglutorio cambia o madura desde la edad infantil hasta la edad adulta.

La condición respiratoria puede involucrar el proceso deglutorio, y para esto, en el siguiente post, os hablaremos del papel que tiene el logopeda en la rehabilitación de ambos procesos, y cómo esta condición puede agravar la situación de disfagia en pacientes que padecen, por lo general, alguna patología neurológica.

Pablo Jordi Perea

Logopeda

Unidad de rehabilitación neurológica

Bibliografía

  1. Lau C. Desarrollo de mecanismos de succión y deglución en lactantes. (2015). Ann Nutr Metab; 66 Suppl 5: 7-14.
  2. Ogna, A; Prigent, H; Lejaille, M; Samb, P; Sharshar, T; Annane, D; Lofaso, F; Orlikowski, D. (2016). La interacción de deglución y deglución-respiración como predictores de intubación en el síndrome de Guillain-Barré. Brain Behav; 7 (2): e00611.
  3. Sasegbon, A; Hamdy, S. (2017) The anatomy and physiology of normal and abnormal swallowing in oropharyngeal dysphagia. Neurogastroenterol Motil. Nov;29(11).
  4. Trapani-Hanasewych, M., & Gross, R. (2017). Breathing and Swallowing: The Next Frontier. Seminars in Speech and Language, 38(02), 087–095.

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