La electroestimulación es la aplicación de una corriente eléctrica en un tejido con el objetivo de provocar contracciones musculares con un fin terapéutico. 

Es una técnica que se lleva usando en el campo de suelo pélvico para el tratamiento de la incontinencia urinaria desde hace décadas. Actualmente, se utiliza en muchos campos relacionados con la pelviperineología. 

Dependiendo de la disfunción que se presente tendremos diferentes objetivos a perseguir pero, de forma generalizada, los objetivos serán: inhibición de la hiperactividad vesical en urgencias miccionales o incontinencias de urgencia, activación muscular, reeducación del dolor y mejora de la propiocepción. 

En fisioterapia de suelo pélvico, la electroestimulación se suele utilizar para estas patologías: 

• Incontinencia urinaria de esfuerzo: con el fin de fortalecer la musculatura para obtener una mejor respuesta muscular. 
• Incontinencia urinaria de urgencia: para la inhibición de la hiperactividad vesical. 
• Síndrome de urgencia/frecuencia: para la inhibición de la hiperactividad vesical. 
• Incontinencia urinaria mixta: es la combinación de la incontinencia urinaria de esfuerzo y de urgencia, con lo cual lo utilizaremos para los mismos objetivos que las anteriores. 

• Disfunciones anorrectales: incontinencia heces, incontinencia gases, algias anorrectales. Buscamos el mismo objetivo que en la incontinencia urinaria como el aumento de propiocepción de la zona, el fortalecimiento muscular… 
• Tratamiento de patologías dolorosas localizadas en la zona pelviperineal: se intenta romper el círculo vicioso que crea el dolor mediante aplicación de corrientes de frecuencias elevadas o se busca la liberación de endorfinas y encefalinas mediante la aplicación de TENS con frecuencias bajas. 
• Hipertonías o hipotonías de la musculatura de suelo pélvico: intentaremos aliviar el dolor que produce la contractura muscular de la hipertonía y en consecuencia reducir el tono muscular y buscaremos aumentar el tono de la musculatura en el caso de las hipotonías con esta electroestimulación. 
• Anorgasmia (incapacidad para llegar al orgasmo): está demostrado que el trabajo de propiocepción de la zona, el aumento del tono y el fortalecimiento de estos músculos hace que mejoren las relaciones sexuales. Dependiendo del caso, se suele hacer un abordaje multidisciplinar desde otras áreas aparte de la fisioterapia de suelo pélvico.  

La aplicación se suele hacer con una máquina de electroestimulación conectada a electrodos superficiales o a una sonda especial intracavitaria. Normalmente se utiliza la sonda intracavitaria porque resulta más eficaz ya que su aplicación se hace directamente sobre los tejidos a tratar. Los electrodos superficiales se reservan para tratamiento con niños o cuando es necesario realizarlo de esta manera por motivos que impiden la aplicación intracavitaria.  

El número de sesiones y periodicidad del tratamiento dependerá de la patología y del objetivo a conseguir con el paciente concretamente. Sin embargo, la aplicación  puede realizarse de manera diaria (incluso dos veces al día), a días alternos o semanalmente. A veces también se le puede indicar al paciente comprar un equipo portátil para poder ponérsela en casa cuando el tratamiento es muy prolongado en el tiempo. Hay que tener en cuenta que la intensidad de corriente es siempre la máxima tolerada por el paciente y que este factor va a variar según circunstancias como: estado de la musculatura, estado del resto de tejidos, estado de las mucosas, etc. También puede utilizarse combinado con otras técnicas. 

Las contraindicaciones de esta terapia son: 

• Paciente con un dispositivo intrauterino con componentes metálicos. 
• Denervación total de la musculatura de suelo pélvico. 
• Proceso infeccioso. 

• Embarazo. 
• Neoplasias próximas a la región donde se desarrolla el tratamiento. 
• Hemorragia en la zona (como por ejemplo durante la menstruación).