Neurorrehabilitación a través del pilates

El método pilates es bien conocido en la actualidad como método de entrenamiento en adultos sanos y como recurso terapeútico en gran variedad de patologías traumatológicas. Su práctica, cuando es guiada por un terapeuta formado que supervisa de manera individual al paciente, reporta numerosos beneficios. Tanto es así que en los últimos años han ido apareciendo evidencia científica al respecto, dejando patente resultados como la mejora del equilibrio, mejora en dolores lumbares crónicos, mejora en la flexibilidad y la alineación pélvica, mejora en el dolor cervical, mejora en la capacidad pulmonar, mejora en la calidad de sueño, mejora en el dolor y la movilidad del hombro. En definitiva, que a día de hoy hay evidencia más que demostrada a través de numerosos estudios de que la práctica de pilates conlleva múltiples beneficios a todos los niveles. 

En este sentido, en los últimos años, se está probando a ampliar el campo de actuación y se está extrapolando la técnica a población con patología muy variada, desde personas con insuficiencia renal, hasta ancianos con síndrome de inmovilidad, pasando por personas con patología cardiometabólica, problemas de incontinencia, osteoporosis, espondilitis o fibromialgia. 

Cabe destacar, que en el campo de la neurorrehabilitación hay numerosos estudios que dejan patente los buenos resultados obtenidos en personas con esclerosis múltiple. Los pacientes con esta enfermedad que realizaron un tratamiento mediante ejercicios basados en los principios de pilates, obtuvieron mejoría en diferentes parámetros de la marcha, en estabilidad y control postural y disminuyeron considerablemente el número de caídas. También hay estudios en los que se aplica el método pilates en pacientes que han sufrido un ictus en los cuales se objetivan resultados a nivel de equilibrio tanto estático como dinámico. Otro campo de la neurorrrehabilitación en el que se obtienen buenos resultados es el de las neuropatías periféricas en las que el pilates logra mejoras a nivel de equilibrio, fuerza y destreza motora. 

No cabe duda de que el pilates, si se realiza de manera correcta, es de gran ayuda como complemento a la rehabilitación. Los movimientos que se realizan son controlados y precisos, de manera que se entrena el control motor para posteriormente generalizar aplicándolo a nivel más funcional o mediante el entrenamiento basado en tareas.  

Las sesiones basadas en pilates se pueden realizar en camilla, en colchonetas o en la sala de máquinas donde se hace uso de un equipo de aparatos especializados diseñados por el propio Pilates, que ofrecen resistencias variables adaptables a cada patrón o cada patología. Estas resistencias vienen dadas por muelles que al contrario que las resistencias dadas por pesos, hacen que el aumento de la fuerza sea directamente proporcional al estiramiento del músculo. Es decir, la ventaja que nos da el método pilates frente a los típicos ejercicios realizados con pesos en los cuales la resistencia es siempre la misma, es que mientras tonificamos también estiramos. 

En el IRF contamos con personal formado en Pilates. Disponemos de diferentes materiales para trabajar en el gimnasio (bosu, pelotas, aros…) así como de una sala de máquinas de pilates con cadilacrefomer y sillas de pilates. Todo lo necesario para poder realizar sesiones de rehabilitación adaptadas a las necesidades de nuestros pacientes.