Electroterapia

La Electroterapia se define como el tratamiento de determinadas enfermedades mediante la electricidad o de las radiaciones magnéticas (magnetoterapia) sobre el organismo, para mejorar el estado de los tejidos (efectos tróficos), para aliviar el dolor (efecto analgésico), y ayudar a la recuperación motora (efectos excitomotor). 

Desde el ámbito de la fisioterapia, se suele utilizar, de manera habitual, la electricidad dinámica, salvo algunos de los efectos del galvanismo, que se realizan en electricidad estática como herramienta terapéutica. Para ello, se tendrá en cuenta el efecto producido en el organismo, la metodología de aplicación, frecuencias y la forma de onda para realizar una clasificación general y determinar así su uso en cada caso clínico.

Los efectos del organismo logrados a través de la terapia eléctrica, se basarían en los efectos electroquímicos, efectos motores sobre el nervio y el músculo, efectos sensitivos sobre el nervio sensitivo, y los efectos por el aporte energético para la mejora del metabolismo que se lograrían.

Si tenemos en cuenta la metodología de aplicación, se puede establecer una clasificación en la que habría pulsos aislados, trenes o ráfagas, una aplicación constante fija, y/o corriente con modulaciones.  

Si se tiene en cuenta la forma de la onda, se pueden unir en 7 grandes apartados:

  • De flujo constante y polaridad mantenida. 
  • De flujo interrumpido y polaridad mantenida. 
  • De flujo constante y polaridad alternada. 
  • De flujo interrumpido y polaridad alternada. 
  • Modulación de amplitud. 
  • Modulación de frecuencia. 
  • Aplicación combinada de dos o más corrientes. 

La frecuencia que se trabaja desde fisioterapia, se basa en las denominadas radiaciones no ionizantes con el límite de uso es las radiaciones ultravioletas de tipo B. Teniendo en cuenta este máximo, se puede clasificar en: 

  • Baja frecuencia: de 0 a1.000Hz. 
  • Media frecuencia: de 1.000 a 500.000Hz (las utilizadas son desde 2.000 hasta 10.000Hz.) 
  • Alta frecuencia: Desde 500.000 hasta el límite que existe con los rayos infrarrojos. 
  • Desde los rayos infrarrojos hasta los rayos ultravioletas de tipo B y C.

Si se tiene en cuenta los posibles procedimientos terapéuticos dentro de la patología neurológica, y basándose en esta última clasificación, se puede decir que:  

Baja frecuencia 

Es un tipo de corriente preparada para reducir el dolor. Dentro de este tipo, existen diversas corrientes: 

  • Corriente Träbert: Indicada en patología tipo hipertonía muscular, dolor de tipo neurálgico, etc. 
  • Corriente T.E.N.S: Indicado en dolor neuropático o neurogénico crónico. 
  • Corriente Diadinámica (corriente diadinámicas de Bernard): Indicada en dolor agudo y subagudo, edema e inflamación y en la relajación tisular. 
  • Microcorrientes: Indicada en heridas y cicatrices, lesiones de nervios periféricos, fusiones espinales, atrofia muscular, y espasmos musculares. 
  • Corriente de alto voltaje pulsada: Indicada en atrofia o debilidad por desuso, inmovilización o denervación, espasticidad o espasmo muscular, o dolor agudo y crónico de origen neurológico. 

Con este tipo de corriente, se puede provocar una irritación de la piel, quemaduras eléctricas o úlceras por algún componente galvánico, aunque suelen ser muy leves y escasos los casos. (1)  

Riesgos y/o contraindicaciones:

  • Implantes metálicos internos (endoprótesis, osteosíntesis, etc.) para evitar quemaduras internas. 
  • Realizar electroterapia cerca del corazón y/o marcapasos. 
  • Embarazadas, sobre todo si la terapia se va a aplicar cerca del feto. 
  • Procesos neoplásicos. 
  • Procesos tromboflebíticos. 
  • Abscesos purulentos y/o heridas abiertas o úlceras. 
  • La aplicación simultánea de la técnica junto con infrarrojos. 
  • Sobre vísceras y glándulas.  

Media frecuencia

Es un tipo de corriente que provoca una disminución del dolor, una normalización del balance neurodegenerativo, genera una regulación funcional sobre órganos internos, tiene una acción antiinflamatoria en derrames y edemas, mejora el metabolismo y la regeneración tisular. Existe un tipo: 

Corrientes interferenciales: Indicada en trastornos del equilibrio neurovegetativo, mialgias o atrofias.  

Precauciones y contraindicaciones:

  • Osteosíntesis. 
  • Procesos infecciosos. 
  • Procesos inflamatorios agudos. 
  • En roturas tisulares recientes si se aplican con efecto motor. 
  • Tromboflebitis. 
  • Procesos neoplásicos. 
  • En zonas que puedan afectar el proceso de gestación durante el embarazo. 
  • Implantes metálicos internos (endoprótesis, osteosíntesis, etc.) y/o marcapasos. 
  • No debe invadirse el corazón con el campo eléctrico. 
  • No debe invadirse el sistema nervioso cental o los centros neurovegetativos importantes. 

Alta frecuencia

Este tipo de corriente favorece la circulación por el efecto dilatador de arterias y capilares, activa los procesos metabólicos, aumenta la temperatura corporal y reduce la presión sanguínea. 

Existen distintos tipos de aparatos de alta frecuencia, que sólo se citarán porque tienen mayor indicación en el tratamiento de lesiones musculo esqueléticas: Onda corta, ultracorta, microondas, y diatermia.

Si profundizamos en los efectos más específicos de las lesiones más comunes dentro del ámbito de neurorrehabilitación, hablaremos de tres grandes indicaciones:   

Músculos denervados

Puede ralentizar la atrofia y sus consecuencias que están relacionados con la denervación. 

Recuperación motora

  • Ayuda a aumentar la fuerza muscular. Sobre todo, en musculatura extensora de muñeca, rodilla y tobillo y tras un tratamiento de varias semanas. 
  • Reducción de la espasticidad. 
  • Reducción de la subluxación del hombro tras un accidente cerebrovascular; Ya que en algunos estudios donde se inició un tratamiento de electroterapia en los primeros 28 días de sufrir un ACV. 
  • Aumentar la amplitud de movimiento de la muñeca. 

Disminución de la espasticidad

Mediante la estimulación de la musculatura agonista con espasticidad, se puede lograr una inhibición repetida de la propia neurona motora α. 

 Los arcos voltaicos en alta frecuencia pueden producir dolor contracturas o quemaduras (tanto externas como internas), pero estas situaciones suelen ser en muy pocas ocasiones, y por la aplicación sobre elementos metálicos internos o externos.

 Contraindicaciones:

  • Procesos inflamatorios agudos. 
  • Dispositivos intrauterinos si se aplica sobre la zona. 
  • Implantes metálicos internos (endoprótesis, osteosíntesis, etc.) para evitar quemaduras internas. 
  • Durante la menstruación si afecta a la zona. 
  • Procesos de calcificación incipientes 
  • Procesos infecciosos y abscesos purulentos. 
  • Tuberculosis activa e inactiva. 
  • Procesos neoplásicos. 
  • Evitar el sistema nervioso central. 
  • Denervaciones totales. 
  • Ganglios linfáticos infartados. 
  • En zona ocular ni auditiva. 
  • En zona de marcapasos.
  • En hematomas, roturas tisulares y derrames recientes y agudos.
  • Tromboflebitis. 
  • Durante el embarazo. 
  • En procesos con fiebre. 
  • En personas hemofílicas. 
  • No aplicar durante tratamientos con anticoagulantes. 
  • No aconsejable aplicar sobre glándulas hormonales o cerca de ellas. 
  • En articulaciones que sufran de: Artritis séptica, artritis reumatoidea durante los brotes, artritis y artrosis en brotes agudos, derrames articulares.