Sustitución de la función

Cuando una función ha resultado abolida en su totalidad como consecuencia del daño cerebral de mayor gravedad, los mecanismos cerebrales subyacentes sufren una merma que impide la recuperación. En este caso, se hace necesario recurrir a estrategias de sustitución, que consisten en la creación de un sistema alternativo de respuesta, que reemplaza la pérdida de funciones tras la lesión cerebral. (2)

El aspecto central de la intervención, se basa en enseñar al paciente diferentes estrategias que ayuden a minimizar los problemas resultantes de las disfunciones cognitivas, tal y como se realiza, por ejemplo, cuando se enseña a un individuo a utilizar diferentes ayudas externas. (7)

El objetivo de estas ayudas, es reducir la participación de los procesos cognitivos afectados, en la realización de las tareas o actividades cotidianas. Implica el entrenamiento y uso de dispositivos o herramientas que ayuden al paciente a estructurar la información y a iniciar actividades previamente planeadas, como agendas (electrónicas o tradicionales), listas (para compras, tareas pendientes, etc), grabadoras de voz, relojes con alarmas, buscadores de llaves, etc. (1)

 Las ayudas externas son el vehículo que emplean las estrategias de sustitución, siendo utilizadas con mayor frecuencia en cuadros de amnesia y demencia. (2)

En pacientes con alteraciones de la memoria, se recomienda el empleo de medidas compensatorias destinadas al fomento de independencia funcional, del tipo agendas, avisadores electrónicos, diarios o similares. (3)

Entre las estrategias generales para intervenir las dificultades de memoria, se encuentran las ayudas de memoria externas (AME), a partir de las cuales se busca reducir el impacto de los déficits cognitivos del paciente en la vida diaria. El uso de estas herramientas en la rehabilitación de memoria, ha sido considerado como el más importante acercamiento a la rehabilitación funcional de esta función cognitiva, ya que realmente ayuda compensar el déficit, tras alteraciones de memoria (Boller et al., 2000).  (4)

Los avances en tecnología, han permitido desarrollar sistemas de mensajería a distancia, como el denominado NeuroPage de Hersh y Treadgold (1992), el cual permite programar mensajes en el tiempo, que son suministrados de forma visual u oral, en el momento deseado, para que el sujeto recuerde actividades que debería hacer (citas médicas, tomar medicación, etc.) (6)

Otra de las modalidades de intervención, mediante ayudas externas, son las modificaciones ambientales, que comprenden cambios en factores externos, sin expectativas, o con expectativas mínimas de mejoras subyacentes de las capacidades intelectuales globales. Algunas de las manipulaciones consistentes con esta aproximación, incluyen utilización de soportes externos en forma de sistemas de claves, orales o escritas, que disminuyen las exigencias mnésicas. (7)

 

 

La adaptación del entorno, tiene como objetivo, facilitar la realización de las tareas al paciente, eliminando barreras y posibles distractores, aportando claves para realizar la tarea, guiándole en el proceso de la actividad, etc. En este caso, no se trata exclusivamente de enseñar al paciente, el camino para llegar a su destino, mediante flechas o el etiquetado de los armarios -dos de las modificaciones del entorno más frecuentes-, sino que existen múltiples modificaciones que pueden ser empleadas, para facilitar la vida de los pacientes, como, por ejemplo, minimizar las posibles interrupciones, organizar listas con los pasos a seguir, utilizar sistemas de clasificación, fijar lugares para dejar mensajes, etc. (1)

 En nuestra unidad, implementamos el uso de las ayudas externas cuando se trata de pacientes con severas dificultades de memoria episódica, en cuyo caso podemos recurrir a modificaciones del entorno en el que vive el paciente, todo ello para minimizar el impacto de dichas dificultades y así favorecer su funcionamiento cotidiano.

Vale resaltar el enfoque rehabilitador integral, desde la disciplina de Neuropsicología de IRF La Salle, que involucra el trabajo paralelo de las distintas funciones cognitivas, asegurando en nuestros pacientes la capacidad de respuesta y funcionamiento adaptativo a su entorno.

En la actualidad y cada vez con mayor importancia, se considera la rehabilitación integral, donde se incluye el trabajo de varias funciones cognitivas a la vez; la atención, las funciones ejecutivas y la memoria, se rehabilitan en conjunto, como procesos en actividades de la vida diaria. Es difícil hablar de un proceso aislado, sin referirse a los otros. Esta interdependencia se da a nivel neuroanatómico y funcional, ya que estas funciones comparten numerosas estructuras y circuitos neuronales. (5)

La intervención dependerá de la etiología del proceso neurológico, la fase en que se encuentre el paciente dentro del proceso de recuperación, su estado cognitivo general y las respuestas a las intervenciones. (5)