Terapia miofuncional

terapia miofuncionalLa terapia miofuncional tiene como objetivo conseguir la normalización o el equilibrio musculo-esquelético que contribuya y/o favorezca a una adecuada funcionalidad de procesos como el habla, deglución, fonación y respiración, a partir de la reeducación de la musculatura facial y del patrón respiratorio y la eliminación de malos hábitos.  En definitiva, la terapia miofuncional tiene como fin último lograr el equilibrio anatómico y funcional de las estructuras y de la musculatura orofacial posibilitando un desarrollo y crecimiento normalizado de las mismas. La terapia miofuncional se basa en la teoría del crecimiento craneofacial propuesta por Donald H. Enlow (1984), en la cual se destaca que los huesos faciales no crecen por sí solos, sino que el crecimiento es producido por la matriz de tejido blanco que recubre por completo cada hueso. Los factores genéticos y funcionales del crecimiento óseo se encuentran en los tejidos blandos tales como músculos y tejido conjuntivo.   

Borrás & Rosell (2008) definen la terapia miofuncional como “una disciplina que se encarga de prevenir, valorar, diagnosticar y corregir las disfunciones orofaciales que pueden interferir, tanto en la producción del habla, como sobre la estructura de los dientes y las relaciones maxilares” (p. 16). La logopedia hace uso de este conjunto de procedimientos y técnicas con el objetivo de conseguir un equilibrio muscular y óseo a partir de la reeducación de la musculatura facial y del patrón respiratorio.

La terapia miofuncional engloba el tratamiento de dos fases diferenciadas: una primera fase de estimulación de la sensibilidad y la motricidad muscular, y otra segunda fase de rehabilitación propiamente funcional. La primera fase requeriría una participación más pasiva por parte del paciente, donde el terapeuta trabajará con masajes, estiramientos e incrementos sensoriales de fuerza-presión, sabor, volumen, temperatura y olores, mientras que la segunda requerirá una participación más activa y voluntaria para la realización de las praxias o ejercicios orofaciales.

  • Masaje facial miofuncional

El masaje facial miofuncional es una técnica que se utiliza para trabajar las alteraciones musculo-esqueléticas y sus funciones. Tiene como objetivo, la estimulación muscular a nivel de sensibilidad y motricidad con la que activar el sistema nervioso central (SNC), coordinador a su vez de diferentes funciones musculares.

El masaje es esencialmente manual, aunque también pueden aplicarse instrumentos con diferentes presiones y texturas como vibradores orofaciales. Estos instrumentos pueden facilitar y/o complementar al masaje facial manual, ya que con ellos podemos estimular de una forma más minuciosa las estructuras musculares. De esta manera, elegiremos recambios grandes o pequeños en función de la dimensión del músculo que deseo estimular, o recambios suaves o duros, en función de la gravedad de la alteración a nivel de sensibilidad y motricidad.

  • Ejercicios de motricidad orofacial

Otra de las herramientas para el tratamiento de estas alteraciones son los ejercicios que trabajan la fuerza, el tono, la resistencia y la movilidad muscular de forma activa, también conocidos como praxias orofaciales. Los ejercicios de motricidad orofacial son aquellos que implican movimiento voluntario de los órganos buco-fonadores. McCauley (2009) los define como “actividades no verbales que implican estimulación sensorial o acciones de labios, mandíbula, lengua, paladar blando, […] que pretenden influir en las bases fisiológicas del mecanismo orofaríngeo para mejorar sus funciones”. Estos ejercicios, van dirigidos a aumentar la fuerza, tono, resistencia y/o precisión de los músculos orofaciales.

Los diferentes tipos de ejercicios en los que se pueden categorizar las praxias orofaciales son: isométricos, isotónicos, isocinéticos.

Podemos mencionar en este apartado la terapia de estimulación orofacial basada en el concepto Castillo Morales, concepto de tratamiento sensoriomotor que busca mejorar la regulación de la tonicidad, la activación de la musculatura orofacial y la estimulación de funciones débilmente formadas o inexistentes, dirigida principalmente a niños, más concretamente a niños con plurideficiencias en su desarrollo.

Esta reorganización del complejo orofacial influye de forma directa sobre funciones orofaciales como succionar, deglutir, masticar y respirar, así como en la capacidad de realizar los diferentes gestos de la cara.

Se inicia con un primer acercamiento, poniendo las manos en la cara del paciente, realizando contactos suaves hasta que consigamos su confianza. Sin separar las manos de la cara, se realiza el tacto con una presión suave y más fuerte, después se hace la tracción y presión muscular para activar los músculos de la mímica, en dirección a las zonas motoras. Luego se aplica la vibración, que puede ser continua o interrumpida, y con ello se logra aumentar o disminuir la tonicidad muscular y estabilizar la postura.

  • Técnica de incremento sensorial para mejorar la disfagia.
  • Técnicas de modificación del volumen y consistencia del bolo
  • Estrategias compensatorias y maniobras deglutorias