Entrenamiento de marcha con cinta de marcha

Tratamiento en cinta de marchaEste tipo de terapia se puede utilizar con pacientes que tienen patologías relacionadas con la falta de desarrollo motor durante su infancia o pacientes que han perdido la marcha debido a una lesión en el sistema nervioso con el objetivo de mejorar el patrón de marcha y los parámetros espacio temporales en la marcha (velocidad, cadencia de paso, longitud de paso…). Cabe destacar que esta terapia se muestra como un complemento más en el tipo de tratamiento de fisioterapia.

Podemos encontrar indicaciones del uso de este tipo de terapias en patologías como: parálisis cerebral, mielomeningoceles, espina bífida, retraso madurativo ocasionado en el síndrome de Down o patologías neuromusculares.

El objetivo de este tipo de terapia incide en los cambios producidos en la plasticidad cerebral a nivel del sistema nervioso central, llegándose a producir cambios de regeneración en el mismo.

La evidencia científica recalca que cuánto más se realiza la acción y más activa sea, más cambios se llegan a producir a nivel del sistema nervioso y a nivel de médula. Estos cambios, en este tipo de terapia, tendrán como consecuencia cambios funcionales y de calidad en el patrón de marcha.

Las variables que se puedan modificar (según el caso del paciente o la patología que presente) en este tipo de tratamiento son:

  • La velocidad (pudiendo varias entre 0,1 o 0,22 hasta llegar a los 1,8 m/s que presentan los niños con más edad). Aumentando dependiendo de la fatiga, o estado que presente el paciente.
  • Tiempo de realización (la mayoría de los artículos refieren unos 20 minutos al día y uno de ellos refiere que mínimo se realicen 5 minutos seguidos).
  • Inclinación (comenzando siempre entre 0-1 y con la posibilidad de ir aumentando según el estado del paciente).
  • Frecuencia de realización (Veces por semana) (los artículos revisados muestran una frecuencia de 2-3 veces/semana).
  • El soporte de peso mediante arnés o soporte de peso de manera manual (es decir con muletas, andadores, o la del propio fisioterapeuta.)
  • Soporte añadido mediante exoesqueletos

En el IRF contamos con una cinta de marcha, que empieza por la mínima velocidad de marcha, y se puede ir aumentando de 0,1 metros/segundos. Además, contamos con un soporte de peso colocado en el techo, más un arnés, que se le colocará al paciente para su mayor agarre y seguridad, para poder ofrecer un soporte de peso controlable y brindar al paciente la oportunidad de encontrar la velocidad más confortable en la realización de marcha.