Evaluación y tratamiento de la sensibilidad

Evaluación y tratamiento de la sensibilidadLa evaluación y el tratamiento de la sensibilidad, son factores muy importantes en la rehabilitación de diversas etiologías dolorosas, postquirúrgicas, tratamientos quimioterápicos, alteraciones por síndromes radiculares o radiculopatías o alteraciones de nervios periféricos sensitivos o mixtos, neuralgias, neuralgias post-herpéticas, síndromes regional complejos.  

Algunas de las alteraciones sensitivas que pueden darse son: 

  • Hipoestesias: Reducción de la sensibilidad al tacto 
  • Hiperestesias: Incremento de la percepción en la intensidad del impulso doloroso 
  • Hiperpatía: Aumento de la respuesta a un estímulo doloroso o repetitivo (sumación temporal) 
  • Disestesias: Sensación dolorosa anormal en ausencia de estímulo (quemante, shock eléctrico, cuchillada, ardor…) 
  • Alodinia: Dolor inducido por un estímulo no doloroso. 

Todos estos signos y síntomas clínicos son producto de diversos procesos, como son lesiones o compresiones del propio nervio sensitivo o mixto (sensitivo y motor), bien sea por una sección, por isquemia, alteraciones por radiación o quimioterapia, manipulación del tejido neural tras el proceso quirúrgico, infecciones víricas (herpes), e incluso dolor sostenido en el tiempo que dé lugar a alteraciones en el procesamiento sensitivo (sensibilización central)A su misma vez todo esto puede dar como origen a una alteración en la interpretación de la información que va desde la periferia a los centros de procesamiento, provocando distorsiones en los procesos de:

  • Somatosensación: conciencia de eventos propios como toques o estímulo dolorosos. 
  • Somatopercepción: procesamiento de las entradas sensoriales de la periferia. (el conjunto e integración de la somatosensación). 
  • Somatorepresentación: la capacidad de nuestro sistema nervioso central de tener una representación de nuestro propio cuerpo (construcción de una imagen inconsciente del cuerpo como objeto físico). 

Evaluación y tratamiento de la sensibilidadEn resumen, esto quiere decir que cuando hay una afectación o alteración de las aferencias sensitivas, es decir de la información sensorial que nuestros sentidos recogen de nuestro entorno y de la interacción propia con éste, o por el contrario la alteración se encuentra en nuestra capacidad de procesar estos estímulos, pueden darse respuestas aberrantes, como son esas alteraciones en la sensibilidad que antes se comentó e incluso producirse patrones de movimiento desadaptativos (imaginemos que hay una botella con agua hasta la mitad, nuestro sistema gracias a la información de peso, visual… generará una respuesta acorde para poder levantar la botella con un movimiento preciso. Si por algún casual nuestros sentidos no se hubieran percatado que en su interior no hay nada de contenido, nuestro sistema muscular realizaría una mayor fuerza de la necesaria) 

Algunas de las técnicas exploratorias pueden ser posteriormente utilizadas para el tratamiento del propio paciente: 

  • Umbral de detección: la capacidad de determinar cuando te están realizando un estímulo táctil, ya sea superficial o profundo.  
  • Reconocimiento de la direccionalidad del estímulo: mediante la utilización de un pincel, se debe de detectar la dirección sobre la que se aplica el estímulo. Es una variante compleja de determinar por el sistema nervioso y es algo normalmente bastante afecto en los pacientes con estas alteraciones.  
  • Diferenciación de dos puntos: mediante la utilización de un calibre, pie de rey o estesiómetro, se valorará la región determinada, observando en que momento es capaz la persona de diferenciar entre el contacto de dos o un punto. Hay normogramas que representan la normalidad del sujeto en esta prueba. A su vez es posible usarla para conseguir la mejora de la integración en la somatopresnetación, es decir, la capacidad que nuestro sistema nervioso central tiene de integrar un estímulo aplicado sobre si mismo y ubicarlo en un espacio determinado.  

Las únicas técnicas que no serían utilizadas para este fin sería las palpaciones del tronco nervioso, los test de puesta en tensión del sistema nervioso y los test de Tinnel, pruebas usadas para observar la alteración de la sensibilidad de los propios nervios periféricos.  

A parte de las técnicas de valoración y tratamiento antes descritas, hay otras muchas que pueden ser utilizadas como podría ser la grafestesias (reconocimiento por parte del paciente de letras, números o formas geométricas, representadas en su piel), estereognosia (reconocimiento de objetos gracias a sus propiedades físicas, como el peso, temperatura, forma…). 

Como ejercicio a realizar por parte del paciente en casa hay una estrategia conocida como re-entrenamiento sensorial, consta de varias fases que progresan según las ganancias que el paciente vaya adquiriendo y que van poniendo el foco sobre diversos sistemas de integración de nuestro sistema sensorial. Los estudios nos muestran importantes mejoras con respecto a la aplicación de 3-4 veces al día 1 o 2 minutos cada vez.

Otros estudios nos muestran la eficacia del entrenamiento sensoriomotor en dolor crónico (en este caso lumbar) con respecto a la mejora de la función y el dolor.

Por lo que en definitiva, estas técnicas pueden ser muy beneficiosas para recuperar todas aquellas alteraciones sensoriales y sensoriomotoras que sean derivadas de alguna etiología, post-quirúrgica, diabética, infecciosa, traumática. Siempre dentro del propio abordaje fisioterápico o de terapia ocupacional y como parte del tratamiento conjunto.