Ejercicio cardiovascular en trastornos musculoesqueléticos

0068 PequenaEl ejercicio cardiovascular, realizado como parte de una terapia física de rehabilitación. Se trata de una actividad física estructurada, planificada y repetitiva, cuya finalidad es la de mejorar los parámetros cardiovasculares del individuo, así como servirnos de sus efectos, a priori menos conocidos por la población, pero que sin embargo son de gran ayuda en abordajes rehabilitadores de patologías del sistema musculoesquelético y de tantas otras afectaciones. 

Podríamos definir el ejercicio cardiovascular como aquel que hace trabajar, aumentando para ello los parámetros de reposo, al sistema cardio-respiratorio. De forma habitual, para que el ejercicio se adecuado y provoque efectos, debe superar un umbral de cambio determinado, ya que, si no, no dará lugar a cambios en el sistema. Aproximadamente el umbral de cambio se situaría por encima del 50% de la frecuencia cardiaca máxima de la persona en cuestión, pero, como posteriormente veremos, el porcentaje de trabajo específico es de relevancia para conseguir los objetivos deseados.  

Dentro del ejercicio cardiovascular, podremos a grandes rasgos diferenciar entre trabajo de tipo aeróbico o anaeróbico. 0051 Pequena

El ejercicio aeróbico es aquel que presenta una baja y media intensidad de trabajo con una duración mayor que el ejercicio anaeróbico, estando siempre por encima de los 60-80 segundos para poder conseguir la energía mediante la vía de la resíntesis de ATP (adenosin trifosfato), a partir de ADP (adenosin fosfato) +P (fosfato), durante varias horas. La frecuencia cardíaca y respiratoria deben aumentar lo suficiente para transportar las cantidades necesarias de oxígeno a los músculos, para permitir que el glucógeno se degrade, pues éste es la principal fuente de energía para la resíntesis de ATP, tanto en el ejercicio aeróbico, como en el anaeróbico, solo que el primero necesita de oxígeno para ello. Otras fuentes energéticas para este tipo de trabajo cuando se prolonga en el tiempo son las grasas (horas) y si se prolonga aún más se usarán proteínas para la obtención de energía. 

0063 PequenaEn el caso del trabajo anaeróbico son aquellos ejercicios que presentan una menor duración con una alta intensidad (menor de 20 minutos), es un ejercicio que según estudios presenta mejores efectos y adaptaciones en los diversos sistemas, sin embargo, se debe tener mejores condiciones por parte del paciente y en algunos casos puede ser más irritante que el anteriormente comentado. La vía utilizada para la obtención de energía es la glucolisis anaeróbico (máximo 20 minutos), en este caso el oxígeno no participa por lo que se utiliza la fosfocreatina como primera opción y los carbohidratos posteriormente. Ésta vía metabólica como desecho produce ácido láctico (él cual se reutiliza nuevamente para la obtención de energía), acidificación muscular y fatiga.

A parte de los efectos ya conocidos del ejercicio cardiovascular, como son la pérdida de peso, la mejora de las capacidades cardio-vasculares…, hay dos efectos muy interesantes de este tipo de actividad, que son: la capacidad de reducir dolor, así como mejorar factores psicosociales relacionados con la mantención de dolor crónico de larga evolución, incluso se está comenzando a observar los buenos efectos para el tratamiento de enfermedades psiquiátricas. 

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La planificación del ejercicio terapéutico, es uno de los puntos de mayor complejidad, pues de forma genérica no se tienen pautas o dosificaciones idóneas para pacientes con dolor. A día de hoy se tienen únicamente recomendaciones específicas y siempre hay que tener en cuenta que el ejercicio tiene grandes beneficios, pero puede ser irritativo para algunos grupos poblacionales, lo que no quiere decir que el ejercicio esté en absoluto contraindicado. En este grupo de pacientes por tanto habrá que observar de forma detallada estos efectos en caso de que aparezcan o antes de que eso ocurra para tomar las precauciones necesarias.  

Algunas de estas precauciones serán el ir comenzando con bajas dosis (las cuales presentarán menores efectos, por estar por debajo del umbral de cambio) e ir aumentando según tolerancia a intensidades más efectivas de tratamiento.

Algunos estudios nos indican con respecto a los umbrales de cambio anteriormente comentados, que el ejercicio de baja-modera intensidad puede ser útil en pacientes con síntomas dolorosos, estableciendo un porcentaje de trabajo de entre el 50 al 60% de su frecuencia máxima.(2) Al contrario que en pacientes sanos donde principalmente los efectos hipoalgésicos se consiguen con dosificaciones más altas de entorno al 75-80% (durante unos 30 minutos), siempre y cuando no estén adaptados previamente al ejercicio cardiovascular, ya que si no sus efectos se darán por encima de esos datos anteriores.

Por otro lado, otras de las pautas a tener en cuenta es que el aumento de la dosificación de ejercicio, siempre de unos parámetros de uso, produce mejores efectos hipoalgésicos (reducción del dolor).

Una de las etiologías dolorosa más predominantes y complejas de tratar en la actualidad es la fibromialgia, la cual está siendo muy investigada y que con respecto a su tratamiento se ha observado que el ejercicio aeróbico puede ser muy beneficioso, tanto para la capacidad física del paciente como para los síntomas clínicos. Por su puesto, lo idóneo en el abordaje de estos pacientes tan complejos no es solo la realización de ejercicio cardiovascular, si no una combinación de todos ellos, además de otras técnicas propias del ámbito fisioterápico.

Otras etiologías dolorosas que han mostrado mejoras con este tipo de ejercicio son las artrosis de cadera y rodilla, artritis reumatoides, migrañas y diversos tipos de cefaleas…

Como se puede observar, el ejercicio de tipo cardiovascular presenta múltiples beneficios para el abordaje de pacientes con dolor crónico, sin embargo, se debe establecer un dosificación y recomendaciones necesarias para obtener los resultados óptimos en cada caso.  

isioterapia en rehabilitación infantil es una de las especialidades pertenecientes a la disciplina de la fisioterapia, la cual promueve la salud y el bienestar de las personas que aborda el tratamiento de patologías y/o alteraciones del sistema neuromusculoesquelético o del sistema respiratorio de bebes, niños y adolescentes. Como por ejemplo: parálisis cerebral infantil, parálisis braquial obstétrica, alteraciones motoras relacionadas con niños nacidos con alto riesgo neurológico (prematuros, problemas en el parto, bajo peso al nacer..), distrofia muscular de Duchenne, atrofia muscular espinal, daño cerebral adquirido, alteraciones del movimiento causadas por patologías congénitas o adquiridas como la ataxia, pie equino o pie zambo, torticolis congénita, luxación congénita de cadera, síndrome de Guillain Barré, enfermedad de Perthers, escoliosis, artrogriposis, acondroplasia, mielitis transversa, displasia broncopulmonar, fibrosis quística, asma, malformaciones congénitas, o enfermedades raras como Síndrome de Williams, Síndrome de Prader-Willi, entre otro tipo de patologías.