Nuestro programa de telerehabilitación cardiaca durante la crisis del Covid 19

La pandemia de COVID19 ha modificado casi todos los servicios asistenciales sanitarios, y los programas de rehabilitación cardíaca no han sido una excepción.

En este contexto pandémico, conceptos como la telemedicina, la telerehabilitación y el uso de las tecnologías ha cobrado un protagonismo que antes no tenían.

En estos momentos, la teleasistencia está determinando el refuerzo sanitario y se está viendo como inciden en la atención a las personas que sufren patologías crónicas, como es por ejemplo nuestro caso, los pacientes con enfermedades cardiovasculares.

Por ello se habla mucho estos días de telerehabilitación. ¿Y qué es la telerehabilitación? Se define como una intervención en la que se brinda a los pacientes de manera remota un tratamiento de rehabilitación basado en la aplicación de las tecnologías de la información y comunicación.¹

Los programas de rehabilitación cardíaca deben contemplar cuatro aspectos principales según la Guía Europea sobre Prevención de la Enfermedad Cardiovascular en la Práctica Clínica²:

1. Ejercicio físico,
2. Actuación psicológica,
3. Modificación de factores de riesgo cardiovascular,
4. Educación y prevención sanitaria.

Estudios como los de Claes et al³ señalan que las nuevas tecnologías, la telerehabilitación o las aplicaciones para móviles, son recursos que podrían aumentar la participación y ofrecer más apoyo conductual en los programas de rehabilitación cardíaca.

En la actualidad, existen diversidad de programas de teleasistencia.

En la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del IRF implementamos durante los meses de confinamiento estricto por coronavirus, nuestro programa de Telerehabilitación Cardíaca. El 14 de marzo de 2020 se decretó el Estado de Alarma y el confinamiento domiciliario de la población española. Y en apenas una semana fuimos capaces de mudarnos al formato online y dar servicio de telerehabilitación a nuestros pacientes cardíacos.

Lo que hicimos fue ofrecer por plataforma de videoconferencia cuatro sesiones a la semana en directo y en remoto de: ejercicio terapéutico, relajaciones y charlas de educación para la salud. Lo hicimos desde marzo hasta junio de 2020, con un total de 20 participantes.

Esta experiencia nos ha demostrado que la telerehabilitación es una herramienta que cuenta con múltiples beneficios. Entre ellos, que puede mejorar la tasa de participación en los programas de rehabilitación cardíaca. La razón es que el paciente que vive alejado geográficamente puede acceder a estos servicios¹. Esto permite romper las barreras que algunos tienen a la hora de acudir al hospital o al centro clínico.⁴ Asimismo, el hecho de que lo puedan realizar desde casa, supone que los pacientes ahorren los costes de desplazamiento y que los tratamientos puedan mejorar la adherencia e implicación³. Además, se ha demostrado que la telerehabilitación puede potenciar la modificación del estilo de vida², mejorar la capacidad física, así como reducir el número de efectos adversos y reingresos hospitalarios⁵.

Sin embargo, se debe considerar como sugiere Hwang et al.⁶, estratificar adecuadamente el riesgo de los pacientes con los criterios clínicos ya establecidos, para evitar así la aparición de nuevos eventos cardiacos, aunque sean menores, como alguna arritmia, el Angor o la angina de pecho o el fallo cardíaco.  Del mismo modo, se deben de tener en cuenta las características personales de cada paciente, para así individualizar el tratamiento. De esa manera, se garantiza la seguridad del paciente durante el programa de telerehabilitación.

En el marco actual de salida de la pandemia, en el IRF La Salle nos hemos quedado con un modelo de rehabilitación cardíaca híbrida, donde semanalmente hacemos en grupos reducidos dos sesiones presenciales de ejercicio físico, combinado con el programa diario de marcha y seguimos haciendo online el programa de educación para la salud y las relajaciones.

De esta manera permitimos que los pacientes puedan asistir a estas charlas en directo, donde existe una mayor comunicación personalizada con el médico y la fisioterapeuta. Siguen beneficiándose de las sesiones de educación sanitaria, pero pueden hacerlo desde casa y ahorrarse el tiempo de transporte.

Si deseas ver más información entra en nuestra infografía sobre esta temática.

Mercedes Coello Cremades, @MadFisioterapia.

Fisioterapeuta en el Instituto De Rehabilitación Funcional La Salle.

Licenciada en Ciencias de la Actividad física y el deporte.

Bibliografía:

1. Wu C, Li Y, Chen J. Hybrid versus traditional cardiac rehabilitation models: A systematic review and meta-analysis. Kardiol Pol [Internet]. 2018 [cited 2020 Feb 29]; 76:1717–24. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30251248
2. Piepoli MF, Hoes AW, Agewall S, Albus C, Brotons C, Catapano AL, et al.Guía ESC 2016 sobre prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica. Rev Española Cardiol [Internet]. 2016 Oct 1 [cited 2020 Mar 21];69(10):939.e1-939.e87. Available from: https://www.revespcardiol.org/es-guia-esc-2016-sobre-prevencion-articulo-S0300893216304146
3. Claes J, Buys R, Woods C, Briggs A, Geue C, Aitken M, et al. PATHway I: Design and rationale for the investigation of the feasibility, clinical effectiveness and cost-effectiveness of a technology-enabled cardiac rehabilitation platform. BMJ Open [Internet]. 2017 Jun 30 [cited 2020 Mar 14];7(6):e016781. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28667228
4. Anderson L, Sharp GA, Norton RJ, Dalal H, Dean SG, Jolly K, et al. Home-based versus centre-based cardiac rehabilitation. Cochrane Database of Syst Rev [Internet]. 2017 [cited 2020 Mar 11]. Available from: https://www.cochranelibrary.com/es/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD007130.pub4/full/es
5. Hwang R, Bruning J, Morris N, Mandrusiak A, Russell T. A systematic review of the effects of telerehabilitation in patients with cardiopulmonary diseases. J Cardiopulm Rehabil Prev [Internet]. 2015 [cited 2020 Mar 10];35:380–9. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26034937