Alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer y cómo manejarlas

Alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer y cómo manejarlas

Alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer y cómo manejarlas


Contenido

Las alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer constituyen una de las consecuencias de alta relevancia dado el impacto que generan de forma determinante en la calidad de vida del paciente, sus familiares y/o cuidadores. Atendiendo a la alta prevalencia de dichas alteraciones en los cuadros de demencia que conllevan la disminución del nivel de autonomía funcional del individuo, se hace necesario su abordaje mediante intervenciones no farmacológicas que se complementan con el uso de fármacos en el caso de etapas avanzadas de la enfermedad.

Publicamos este post con el propósito de contribuir en la identificación/reconocimiento de estas alteraciones conductuales, así como en el manejo más adecuado de las mismas.

Algunas de las alteraciones conductuales más frecuentes que presentan los pacientes afectados por esta enfermedad son: depresión, ansiedad, agitación, enfados, agresividad, cambios de humor.

  1. ¿Cómo se definen las alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer?

Son síntomas de la alteración de la percepción, del contenido del pensamiento, del estado anímico o la conducta. Se identifican mediante la observación del paciente y comprenden distintas manifestaciones como agresividad física y/o verbal -gritos, insultos-, agitación, desinhibición -sexual, conductas socialmente inapropiadas-, cambios de humor.

Las alteraciones y/o trastornos conductuales siguen una evolución no lineal en el trascurso de la enfermedad, de tal forma que pueden aparecer en períodos específicos de la enfermedad, para luego manifestarse con menor frecuencia. (1)

  1. ¿Por qué se originan las alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer?

Se originan debido a los cambios estructurales de áreas cerebrales específicas, de los neurotransmisores y neuromoduladores de los mismos. En el caso de los neurotransmisores, existe en cierta medida una correlación entre la disminución de los niveles de algunos de éstos y las alteraciones de conducta. Es el caso del déficit de serotonina y gaba asociado a conductas más agresivas, o la depresión que se relaciona con la deficiencia de serotonina y norepinefrina. (1)

  1. Alteraciones de conducta más comunes y pautas de manejo

Cambios de humor:

  • Depresión: Puede surgir como reacción frente a la toma de conciencia del paciente de la pérdida de sus capacidades o, en otros casos, se deriva de la lesión cerebral en la que han resultado afectadas áreas cerebrales relacionadas con el funcionamiento afectivo.

Usualmente se manifiesta a través del llanto, sentimientos de culpa y/o de inutilidad -sentirse una carga para los demás-. También puede estar asociada a síntomas como pérdida de peso, trastorno del sueño.

La intervención en este caso está orientada a proporcionar soporte y afecto, es importante que el paciente se sienta arropado de sus seres queridos, animándole para que no se aísle. Por otra parte, motivarlo en la realización de actividades en las que se sienta útil.

Valoración médica de los síntomas y su grado de intensidad, en cuyo caso se evaluará la necesidad de tratamiento antidepresivo. (2)

  • Labilidad emocional y enfados: La labilidad emocional hace referencia a la presencia de fluctuaciones en el estado emocional, de tal forma que el paciente experimenta cambios bruscos en las expresiones emocionales, donde puede pasar en el mismo momento de la alegría a la tristeza, de la desesperación a la agresividad.

Los enfados se presentan con relativa frecuencia y constituyen reacciones y/o arranques de agitación desmesurados respecto a las causas que los generan. En muchas ocasiones estos enfados se deben a la dificultad del paciente para comprender lo que le sucede.

Las pautas de manejo en este tipo de alteraciones conductuales están referidas a:

  • Identificar conjuntamente con el paciente la causa del enfado, para evitarlo en un futuro.
  • Tener en cuenta que este estado de hostilidad es el resultado de la lesión neurológica y por lo tanto el paciente no lo hace de forma voluntaria.
  • Reaccionar con tranquilidad para evitar discusiones inútiles.
  • Frente al enfado, dirigir la atención del paciente hacia otro tema, distrayéndole e invitándole a realizar alguna actividad que le resulte agradable.
  • No solicitar al paciente la realización de tareas complejas que no es capaz de desarrollar y le van a generar frustración. (2).

Alteraciones relacionadas con la ansiedad/nerviosismo

La ansiedad da lugar a manifestaciones de tipo físico -dificultad para respirar/ sensación de falta de aire, palpitaciones, fatigabilidad, dolor de cabeza, tensión muscular- y psicológico -sensación de temor, dificultad para concentrarse, estado de alerta, etc.-. Una de las manifestaciones más frecuente es el sentimiento de preocupación de forma excesiva y anticipada frente a los acontecimientos futuros. En los casos de ansiedad grave se pueden producir episodios de agitación, en los que el paciente se muestra muy alterado y es incapaz de explicar lo que le sucede. (2)

En estos casos, la indicación más indicada es intentar disminuir todos aquellos estímulos que puedan generar confusión y/o estrés en el individuo. Se aconseja igualmente:

  • Realizar alguna actividad que le permita liberar energía como ejercicio físico o salir a dar un paseo.
  • Evitar situaciones tensas/discusiones
  • Reaccionar con afecto y validar sus sentimientos de ansiedad
  • Proporcionar seguridad, comodidad y simplificar el entorno del paciente

Alteraciones psicóticas

  • Delirios: son creencias falsas que el individuo piensa que son reales. Pueden aparecer en cualquier momento de la enfermedad de Alzheimer, siendo más frecuentes en etapas intermedias o avanzadas. Algunos ejemplos de delirios son sensaciones de daño personal, infidelidad, abandono, de que les han robado o la casa en la que viven no es suya, extraños que viven en su casa o las personas de la televisión conversan con ellos. (2)(3)

Para la intervención de este tipo de alteraciones conductuales es importante tener en cuenta la intensidad y frecuencia de los mismos, dado que en los casos de mayor afectación de adaptación a su entorno y relaciones familiares -agresión, miedo o agitación- es necesario intervenir farmacológicamente.

Por otra parte, se recomienda:

  • Distraer al paciente dirigiendo su atención hacia temas reales
  • Proporcionar bienestar, tranquilizando a la persona que esta asustada por el delirio
  • Apagar la televisión cuando presentan programas violentos, la persona puede pensar que lo que ve esta sucediendo realmente en la habitación
  • Alucinaciones: se refieren a la percepción de sensaciones que suceden sin un estímulo real que las provoque. El paciente con alucinaciones puede ver, oír, oler o experimentar sensaciones táctiles de cosas irreales. En la enfermedad de Alzheimer ocurren con menor frecuencia que los delirios, siendo las más características las de tipo visual-personas, animales, seguidas de las auditivas -ruidos, voces-. (2)

Las pautas de manejo en este tipo de situaciones están referidas a:

  • No discutir con el paciente respecto a la irrealidad de la alucinación, puede generar irritación y agresividad
  • No simular acuerdo con la falsa percepción, lo más indicado es dar respuestas neutras
  • Distraer al paciente con alguna excusa, llevándolo a otro lugar para que olvide la alucinación

Agitación y agresión

La agitación se traduce en un estado de inquietud, tensión y preocupación en la persona que sufre la enfermedad de Alzheimer. Cuando los pacientes están agitados, caminan de un lado para otro, se les dificulta conciliar el sueño o actúan de forma agresiva verbal o físicamente con los demás. Se muestran ansiosos, hiperactivos, coléricos y confusos. (2)(3)

Algunas pautas de manejo para enfrentar estas alteraciones de conducta son:

  • En primer lugar, identificar las causas de estas conductas, dado que pueden deberse a diversos factores como dolor, fatiga, efectos secundarios de los medicamentos, etc. y en caso de poder resolverlas, la conducta problemática desaparecerá
  • Escucha activa y actitud empática frente a las preocupaciones y temores del paciente
  • Ayudar al paciente a sentirse seguro, aproximarse gradualmente, buscando el contacto visual para luego preguntarle si podemos ayudarle
  • Controlar el nivel de estimulación -ruido excesivo, número de personas en la habitación-
  • Proporcionarle estímulos relajantes -música, un paseo, leerle un libro-
  • En el caso de pacientes muy alterados, es necesario retirarse de su alcance, así como retirar objetos que puedan resultar peligrosos
  • Evitar la confrontación, gritos o gestos bruscos

Desde el área de Neuropsicología de IRF La Salle, entendemos y somos conscientes del impacto en términos de ansiedad, frustración y sensación de sobrecarga que pueden causar las alteraciones conductuales en el entorno familiar del paciente que sufre la enfermedad de Alzheimer. Por tal motivo, en el proceso de rehabilitación, mantenemos un seguimiento riguroso y constante de las manifestaciones que a nivel conductual presentan nuestros pacientes. De esta forma al estar atentos y alertas podremos identificar la aparición de alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer, emprendiendo junto con su familia las acciones y/o adaptaciones necesarias.

Luz Ángela Vanegas

Neuropsicóloga de la Unidad de Rehabilitación Neurológica.

Bibliografia

  • Alteraciones conductuales en la enfermedad de Alzheimer

https://www.elsevier.es (online)

Disponible: elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-alteraciones-conductuales-enfermedad-alzheimer-13081987

Revisado: 10/09/21

  • Las alteraciones de conducta en la enfermedad de Alzheimer

https://extensión.uned.es (online)

Disponible: extensión.uned.es/artículos_publicos/webex_actividades/5129/alteracionesconducta.pdf

Revisado: 14/09/21

  • Cambios en la personalidad y la conducta relacionados con el Alzheimer

https://www.nia.nih.gov

Disponible:nia.nih.gov/español/cambios-personalidad-conducta-relacionados-enfermedad-alzheimer

Revisado: 14/09/21

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